Educación
Personalized Education: An Open Letter to Mark Zuckerberg
By Howard Gardner
As one who has long urged a more personalized form of education, I am delighted that you and your wife Priscilla Chan have pledged to give away 99% of your Facebook holdings; and that you have prioritized “personalized learning” in the queue of philanthropic priorities. As I use the term, personalized learning addresses each learner specifically—rather than relying on generic approaches, the so-called ‘one size fits all’ model.
Even if there were such an entity as the ‘average person,’ it’s clear that many of us are not average; a generic approach to education will only suit a small minority of learners. The rest of us, with more jagged profiles or idiosyncratic strengths and weaknesses, are left to fend for ourselves. Indeed, after I, as a psychologist, developed the theory of multiple intelligences, over thirty years ago, I realized that this psychological theory had profound implications for how teaching and learning can take place—for every teacher, every learner, and now, I would add, every app.
Yet a commitment to individualization or personalization is but the first step (and all too often, it is only a rhetorical step). One then has to determine on what basis the individualization takes place. With respect to your daughter Max (congratulations, or, if I may, mazel tov!) I can envision at least four possibilities:
- A Single Learning Path, but the pace of advancement is adjusted to the learner. In this simplest form, one still assumes that there is only one way to learn, but that individuals differ in how quickly they advance along that single path. This was the rationale of teaching machines, originally designed by psychologist B. F. Skinner in the middle of the twentieth century, and is still the most popular version of individual differences. One might call it impersonalized personalization…
- Favored Content. Even at young ages, individuals have quite different preferences. Five year olds may be fascinated by numbers, by dinosaurs, by foods, or by certain kinds of animals. Many powerful ideas can be presented via different ‘vehicles,’ and quite possibly, strong interests and deep knowledge combine to help with learning those ideas.
- Different Learning Styles. The assumption here is that individuals differ in how they approach learning; the delivery of materials and collection of responses depends on the so-called preferred style of the learner. The styles could be related to sensory systems (visual learner, auditory learner, etc.) or to cognitive styles (focused or wide-ranging; playful or planful; rational or intuitive, etc.). As I’ve frequently noted, ‘learning styles’ are not the same as ‘intelligences’. And, to be frank, I am dubious about the notion of learning styles.
- Different Intelligences. Here one assumes that all human beings have the same set of intelligences, but that individuals differ in which of the intelligences are stronger, and thus presumably constitute privileged ways of mastering educational materials. And so, when taking a course in history or in mathematics, some learners gain from a linguistic approach, others from a spatial approach, still others from a logical or bodily or inter-personal approach. On this version of personalization, one would teach individuals using methods consistent with their intellectual profiles. The profiles could be inferred from personal testimony, observations by parents or teachers, or simple computer-presented measurements. I’ve written at length about this approach in my book The Disciplined Mind.
Of course, one would not have to approach individuals through their area of intellectual strength. One might even try to bolster a weak intelligence—but such an approach should be adopted intentionally and not by accident.
There are many other types and approaches to individual differences—for example, through personality or through membership in cultural or social groups. They are not mutually exclusive—for instance, one could look both at favored contents (Max loves to visit the aquarium and recognizes all kinds of sea creatures) and at profiles of intelligences (she is strong in musical, spatial, and naturalist intelligences). I look forward to seeing which facets of individual differences you choose to focus on and, importantly, whether learning and—as important—love of learning are thereby achieved.
/Howard Gardner teaches psychology at the Harvard Graduate School of Education. He is the author of MULTIPLE INTELLIGENCES: NEW HORIZONS./
Educación Personalizada: Una carta abierta a Mark Zuckerberg
Por Howard Gardner:
Como una de las personas que ha instado largamente por una forma más personalizada de educación, estoy encantado de ver que Usted y su esposa Priscilla Chan se han comprometido a ceder el 99% de sus acciones de Facebook; y que ustedes han dado prioridad al “aprendizaje personalizado” en la lista de sus prioridades filantrópicas. Tal como yo lo entiendo, el aprendizaje personalizado se dirige a cada alumno en particular -en lugar de confiar en los enfoques genéricos, en el llamado modelo de “talla única”.
Aunque existiera una entidad denominada “persona media”, está claro que muchos de nosotros no estamos en ese promedio; un enfoque genérico para la educación sólo se adaptará a una pequeña minoría de los alumnos. El resto de nosotros, con perfiles más irregulares o con fortalezas y debilidades idiosincrásicas, seríamos abandonados a nuestra propia suerte. De hecho, después de que yo, como psicólogo, desarrollara la teoría de las inteligencias múltiples, hace más de treinta años, me di cuenta de que esta teoría psicológica tenía profundas implicaciones sobre la manera en puede tener lugar la enseñanza y el aprendizaje -por cada profesor, cada alumno, y ahora, añadiría, por cada app (1).
Sin embargo, un compromiso con la individualización o personalización no es sino el primer paso (demasiado a menudo, es sólo un paso retórico). Entonces hay que determinar en qué se fundamenta la individualización. Con respecto a su hija Max (¡Felicidades! o, si me lo permite, mazel tov!) (2), puedo imaginar, al menos, cuatro posibilidades:
- Un camino de aprendizaje individual, pero en el cual el ritmo de los avances se ajusta al alumno. En esta forma simplista, todavía se supone que sólo hay una manera de aprender, y que los individuos difieren solo en la rapidez con que avanzan a lo largo de ese camino único. Este fue el fundamento de las máquinas de enseñar, originalmente diseñadas por el psicólogo B. F. Skinner en la mitad del siglo XX, siendo esta todavía la versión más popular de las diferencias de los individuos. Uno podría denominarlo personalización impersonalizada…
- Contenidos Favoritos. Incluso a temprana edad, los individuos tienen muy diferentes preferencias. A los cinco años de edad se puede estar fascinado por los números, por los dinosaurios, por los alimentos, o por determinados tipos de animales. Muchas grandes ideas se pueden presentar a través de diferentes ‘vehículos’, y muy posiblemente, fuertes intereses y profundos conocimientos se combinen para ayudar en el aprendizaje de esas ideas.
- Diferentes estilos de aprendizaje. La suposición aquí es que los individuos difieren en su manera de abordar el aprendizaje; el reparto de materiales y la recogida de las respuestas dependen del llamado estilo preferido del alumno. Los estilos podrían estar relacionados con los sistemas sensoriales (alumno visual, alumno auditivo, etc.) o con estilos cognitivos (focalizado o de amplio alcance; improvisado o planificado, racional o intuitivo, etc.). Como he señalado con frecuencia, “los estilos de aprendizaje” no son lo mismo que las “inteligencias”. (3) Y, para serle sincero, tengo mis dudas sobre la noción de estilos de aprendizaje.
- Diferentes Inteligencias. Aquí se asume que todos los seres humanos tienen el mismo conjunto de inteligencias, pero que los individuos difieren en cuáles de las inteligencias son más fuertes, y por lo tanto constituyen presumiblemente formas privilegiadas de dominar los materiales educativos. Y así, al hacer un curso de historia o de matemáticas, algunos estudiantes se benefician de un enfoque lingüístico, otros de un enfoque espacial, mientras otros lo hacen desde un enfoque lógico o un enfoque corporal o interpersonal. En esta versión de la personalización, se podría enseñar a los individuos utilizando métodos acordes a sus perfiles intelectuales. Los perfiles podrían ser deducidos de testimonios personales, de las observaciones de padres o maestros, o de simples cálculos por ordenador. He escrito largo y tendido sobre este enfoque en mi libro The Disciplined Mind. (4)
Por supuesto, uno no debería acercarse a las personas a través de su área de fortaleza intelectual. Incluso se podría tratar de impulsar una inteligencia débil –pero tal enfoque debería adoptarse de manera intencionada y no por casualidad.
Hay muchos otros tipos y enfoques a las diferencias individuales-por ejemplo, a través de la personalidad o a través de la pertenencia a grupos culturales o sociales. Ambos no son mutuamente excluyentes -por ejemplo, se podría observar tanto los contenidos favoritos (a Max le encanta visitar el acuario y reconocer todo tipo de criaturas marinas) como los perfiles de inteligencias (ella tiene fortalezas en las inteligencias musical, espacial y naturalista). Estoy deseando ver qué aspectos de las diferencias individuales son elegidos por Usted y, sobre todo, si se consiguen tanto el aprendizaje como –igualmente importante- el amor por aprender.
/ Howard Gardner enseña Psicología en la Harvard Graduate School of Education. Es autor de Multiple Intelligences: New Horizons (5)/
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Notas del traductor:
- Aplicación
- Felicidades en hebreo moderno
- Traducción del artículo al español aquí.
- En español: La educación de la mente y el conocimiento de las disciplinas
- Versión completamente revisada y actualizada de la Teoría de las Inteligencias Múltiples
La versión original en inglés de esta carta abierta se puede encontrar aquí.
MhB
Individualización en la Educación: ¿qué papel podrían desempeñar las Empresas Tecnológicas?
Por Howard Gardner:
Como una de las personas que ha instado largamente por una forma más personalizada de educación, estoy encantado de ver que Facebook planea crear plataformas que se dirigirán específicamente a cada alumno en particular (en lugar de confiar en los enfoques genéricos, el llamado modelo de “talla única”).
Entiendo que otras empresas de tecnología como Apple tienen aspiraciones similares. Aunque existiera una entidad denominada “persona media”, está claro que muchos de nosotros no estaríamos en ese promedio; un enfoque genérico para la educación sólo se adaptará a una pequeña minoría de los alumnos. El resto de nosotros, con perfiles más irregulares o con fortalezas y debilidades idiosincrásicas, seríamos abandonados a nuestra propia suerte.
Sin embargo, un compromiso con la individualización o personalización no es sino el primer paso (y demasiado a menudo, es sólo un paso retórico). Entonces hay que determinar en qué se fundamenta la individualización. Puedo imaginar, al menos, tres posibilidades:
- Un camino de aprendizaje individual, pero en el cual el ritmo de los avances se ajusta al alumno. En esta forma simplista, todavía se supone que sólo hay una manera de aprender, y que los individuos difieren solo en la rapidez con que avanzan a lo largo de ese camino único. Este fue el fundamento de las máquinas de enseñar, originalmente diseñadas por el psicólogo B. F. Skinner en la mitad del siglo XX, siendo esta todavía la versión más popular de las diferencias de los individuos.
- Contenidos Favoritos. Incluso a temprana edad, los individuos tienen muy diferentes preferencias. A los cinco años de edad se puede estar fascinado por los números, por los dinosaurios, por los alimentos, o por determinados tipos de animales. Muchas ideas se pueden presentar a través de diferentes ‘vehículos’, y muy posiblemente, fuertes intereses y profundos conocimientos se combinen para ayudar en el aprendizaje de esas ideas.
- Diferentes estilos de aprendizaje. La suposición aquí es que los individuos difieren en su manera de abordar el aprendizaje; el reparto de materiales y la recogida de las respuestas dependen del llamado estilo preferido del alumno. Los estilos podrían estar relacionados con los sistemas sensoriales (alumno visual, alumno auditivo, etc.) o con estilos cognitivos (focalizado o de amplio alcance; improvisado o planificado, racional o intuitivo, etc.). Como he señalado con frecuencia, «estilos de aprendizaje» no son lo mismo que “inteligencias”. (Press Article)
- Diferentes Inteligencias. Aquí se asume que todos los seres humanos tienen el mismo conjunto de inteligencias, pero que los individuos difieren en cuáles de las inteligencias son más fuertes, y por lo tanto constituyen presumiblemente formas privilegiadas de dominar los materiales educativos. Y así, al hacer un curso de historia o de matemáticas, algunos estudiantes se benefician de un enfoque lingüístico, otros de un enfoque espacial, mientras otros lo hacen desde un enfoque lógico o un enfoque corporal. En esta versión de la personalización, Facebook enseñaría a los individuos utilizando métodos acordes a sus perfiles intelectuales. Los perfiles podrían ser deducidos de testimonios personales, de las observaciones de padres o maestros, o de simples cálculos por ordenador.
Por supuesto, uno no tendría que acercarse a las personas a través de su área de fortaleza intelectual. Incluso se podría tratar de impulsar una inteligencia débil –pero tal enfoque debería adoptarse de manera intencionada y no por accidente.
Hay muchos otros tipos y enfoques a las diferencias individuales-por ejemplo, a través de la personalidad o a través de la pertenencia a grupos culturales o sociales. Ambos no son mutuamente excluyentes -por ejemplo, se podría observar tanto los contenidos favoritos como los perfiles de inteligencias. Estoy deseando ver qué aspectos de las diferencias individuales son elegidos por Facebook (y otros proveedores) y si los éxitos educativos se consiguen con ello.
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(Este texto es la traducción de un articulo con las reflexiones de Howard Gardner titulado Individuation in Education: How Tech Companies Might Play a Role que se puede encontrar en su blog sobre Inteligencias Múltiples MI OASIS ).
MhB
Facebook y la Educación Personalizada
Hoy los medios de comunicación de todo el mundo se han hecho eco de la noticia de la donación a causas benéficas del 99% de las acciones de Mark Zuckerberg, presidente y co-fundador de Facebook. Tal como ha indicado en una carta abierta dentro de una página de su propio portal, la cesión paulatina de su fortuna se centrará en «el aprendizaje personalizado, curar enfermedades, conectar gente y construir comunidades fuertes». Es muy interesante observar que la primera de las actuaciones que indica Zuckerberg en su cuenta de Facebook se refiera precisamente a la personalización de la educación. Por ello, me voy a permitir traducir una de las últimas reflexiones de Howard Gardner sobre el papel que pueden jugar las empresas tecnológicas en el ámbito de la Educación. El comentario del profesor y psicólogo norteamericano tiene relación con el controvertido anuncio de Mark Zuckerberg (ya anticipado hace varios meses) de destinar parte de los esfuerzos de su compañía al desarrollo de software educativo.
El comentario de Howard Gardner titulado Individuation in Education: How Tech Companies Might Play a Role se puede encontrar en su blog sobre Inteligencias Múltiples MI OASIS y hace referencia a un artículo del New York Times de fecha 3 de septiembre de 2015 titulado Facebook Takes a Step Into Education Software, que también he traducido para su mejor comprensión.
MhB
¡No! a los deberes
Finales de agosto, terminan las vacaciones de verano y, ya mismo, comenzará el nuevo curso escolar. La mayoría de los chicos miran de reojo y con un rictus de amargura, los mismos “nuevos” anuncios televisivos “de siempre” de la “vuelta al cole”: nuevos cuadernos, nuevos libros, nuevos zapatos, nueva aula, nuevos maestros…, pero también vuelta a lo mismo: a la misma rutina, al mismo aburrimiento, a la misma desgana,… y a los mismos deberes.
En nuestro país no existe una reglamentación sobre la cantidad de deberes que nuestros hijos “tienen que hacer”, después de su larga jornada escolar, y se deja que sea el criterio del colegio o del propio profesor el que determine cuántos deberes debe hacer el niño o niña en casa. Y yo me pregunto: ¿cómo es posible que un niño de primaria, después de pasar como mínimo 6 horas diarias en el colegio, se vea obligado después a pasar de una a tres horas en casa “repasando” o “afianzando”, lo que le enseñaron (o realmente, “lo que NO le enseñaron”) en clase?
Desde mi experiencia como profesor universitario puedo afirmar que no existen tantos conocimientos como para que el niño pase tanto tiempo en la escuela y, menos aún, para que prolongue con más horas de estudio la asimilación en casa de la información recibida en el colegio.
Siempre he pensado que si un profesor, después de una jornada escolar, necesita que sus alumnos dediquen un par de horas más de deberes en casa, es un síntoma claro del fracaso del docente. Si necesitas que el niño (y sus padres) “aquilate”, memorice, interiorice,… en casa lo que tú no has sido capaz de enseñar a tus alumnos, es el momento de replantearte qué puñetas estás haciendo en clase con ellos.
Hasta la palabra en sí es fea… deberes. Con ella ya les estamos transmitiendo al niño o niña el concepto de que tienen la obligación de hacer cosas que no les gustan porque, de lo contrario, en casa se llevarán nuestro enfado o nuestro castigo, y en el colegio se quedarán sin recreo o les quitarán puntos de la nota final. Nos encontramos ante un flagrante proceso de preparación psicosociológica que consiste en anticipar en la infancia los esquemas laborales de la sociedad que les espera cuando sean adultos. Pero, ¿no les estamos educando precisamente para el cambio?
El profesor ante las Inteligencias Múltiples
Dudo mucho que el psicólogo y pedagogo norteamericano Howard Gardner, Premio Príncipe Asturias de Ciencias Sociales 2011, al presentar ante el mundo científico, hace más de 30 años, su Teoría de las Inteligencias Múltiples, se planteara las implicaciones que su trabajo iba a tener en tantos campos, sobre todo en el de la Educación.
Hoy en día, multitud de centros educativos en todo el mundo han adaptado con éxito las Inteligencias Múltiples a su docencia. Pero no está siendo una labor fácil pues ha hecho falta un enorme trabajo de base (diseño y adaptación curricular, formación del personal docente, cambios en la arquitectura tanto del aula como del centro, uso de nuevas tecnologías, etc.) para poder introducirlas y usarlas adecuadamente con los alumnos.
Hay que tener claro que el éxito de los colegios que han implementado las Inteligencias Múltiples no ha venido de la simple adecuación a la docencia de las Teorías de Gardner sino de una compleja aplicación concatenada de una larga serie de pedagogías diversas que se adaptan y complementan en el trabajo diario en el aula. Hablamos de pedagogías que son capaces de escoger lo mejor del conductismo de Skinner y asimilarlo a las ideas constructivistas de Piaget sin que el resultado chirríe, integrar el aprendizaje autónomo y activo de Montessori o Decroly con el aprendizaje por descubrimiento de Bruner, utilizar técnicas de aprendizaje significativo de Ausubel sin perder de vista la dimensión social de Vigotski, la modificabilidad cognitiva de Feuerstein o la Pedagogía de la Escucha de Malaguzzi, acomodando el trabajo cooperativo con el pensamiento crítico y creativo, e incluso recurrir, ¿por qué no?, a algo quizá tan extremo y apasionante como es el pensamiento lateral.
En este sentido, el lector podría argumentar que muchas de las aptitudes que se sugieren en este artículo podrían aplicarse a cualquier profesor, utilice o no Inteligencias Múltiples, y, realmente, tendría razón. Pero, en el caso particular del docente interesado en trabajar las Teorías de Gardner en su aula y en su escuela, estas aptitudes son fundamentales y se ha demostrado que los buenos resultados obtenidos tras su implementación han sido, y son, fruto del profundo trabajo realizado en y por los docentes.
La totalidad de los centros que han experimentado y aplicado en su metodología la Teoría de las Inteligencias Múltiples, coincide en que, para que estas teorías sean efectivas en el aula, debe haber una implicación máxima del docente; una implicación de tal calibre que exigirá de él un gran esfuerzo, que le llevará al límite sus fuerzas y de su capacidad de sacrificio y que hará que, en muchas ocasiones, se plantee si su vocación merece tal empeño.
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